miércoles, 31 de agosto de 2011

¡¡Un caballo, mi reino por un caballo!! (W. Shakespeare)

Había superado la primera prueba, los temibles tests psicotécnicos, y mi escepticismo inicial se convirtió de pronto en esperanza. ¿Y si después de todo fuese posible llegar a la meta?

Me citaron junto a otros 8 o 9 aspirantes, no recuerdo bien la cantidad exacta, en una sala rectangular con una mesa en el centro.

Presentaciones, preguntas formales, ¿en que has trabajado antes? ¿porque quieres entrar en esta empresa? Nos intentan poner a prueba desanimandonos sobre las posibilidades de acabar formando parte fija de la plantilla. Pero hay que intentarlo, me encuentro en una edad y en un momento en que no lo tendré nada fácil para recomponer mi vida laboral después de la agonía lenta de la copistería donde me dejé tantos años.

Nos plantearon algún hipotético problema, explicamos como saldríamos airosos de él, y pasamos al punto fuerte, la prueba de rol. 

La situación fué de encontrarnos todo el grupo en una isla deshabitada a donde sólo podíamos llevar tres objetos de una larga lista en el papel.



 


Semillas, una vaca, una azada, libros, caña de pescar, una brújula, una canoa... repaso minuciosamente todos y cada uno de los recursos y anoto mis tres opciones en la hoja.


Cuando comenzamos a exponer nuestras propuestas me doy cuenta de lo que imaginaba, casi todos se han centrado exclusivamente en proveerse de alimentos para subsistir.

La vaca para tener carne, las semillas para plantar, la caña para pescar. Aprovecho mi turno para explicar que con sólo 3 alternativas posibles no podemos pensar únicamente en una dieta variada, con ser esto importante, sino que necesitamos alguna otra cosa para salir adelante, y entonces los sorprendo a todos diciendo que nos sería muy útil contar con el caballo. 

Detecto caras de contrariedad, como pensando ¿que dice este? Intento dar mis argumentos lo más sereno y confiado posible, no conviene demostrar prepotencia. El caballo nos sería imprescindible para desplazarnos por una isla de tamaño considerable, y de tener a nuestro alcance la parte habitable, la parte fértil, la costa y el interior. Además, y ahí puse toda la carne en el asador, debemos pensar mucho más en ello si pretendemos formar parte de una empresa que se dedica al transporte de personas.

Al decir esto último lancé un disimulado pero rápido vistazo a mi alrededor: seguí viendo expresiones de desacuerdo, pero también a alguno de mis compañeros poner cara de: uff nos acaba de sacar ventaja... así como tímidos asentimientos por parte del lado oscuro de la mesa.


Acabada la prueba, me acerqué diligente a una de las entrevistadoras para disculparme por haber olvidado mi currículum y comprometerme en llevarlo esa misma tarde. Cuando aquella señora me respondió con cierto afán: sí sí por favor, lo queremos... intuí por vez primera que mi futuro podía estar a punto de iniciar una nueva etapa.



lunes, 29 de agosto de 2011

Burbujas +

Igual que se veía venir la explosión de la burbuja inmobiliaria mucho antes de que ésta llegara, de la misma manera se perciben síntomas evidentes de otro cataclismo económico en ciernes: La explosión de la burbuja deportiva. Y más concretamente la burbuja del fútbol y, aunque en menor medida, también del baloncesto.

La industria del balón está al borde del precipicio. Y la huelga convocada por la Asociación de Futbolistas para la primera jornada de liga era el plante de los deportistas ante los problemas que se vienen arrastrando. De manera similar al tema de la vivienda, en este caso los clubes de fútbol llevan años gastando por encima de sus posibilidades, o lo que es lo mismo, por encima de los ingresos que son capaces de generar con este negocio.





Y necesitan dinero, más dinero. Y el endeudamiento ha traspasado con creces los límites de lo razonable, y resulta evidente incluso para el francés Michel Platini, presidente de UEFA que lo remarcaba estos dias.


A las emisoras de radio se les intenta cobrar por retransmitir partidos, y los derechos televisivos de los clubes estan ya vendidos casi de por vida. El chicle ya no estira más, por mucho que las cadenas alarguen unas interminables jornadas de liga durante tres dias: sábado, domingo (mañana y tarde) y lunes.


Los diseñadores de equipaciones andan locos renovando por completo los colores y las formas en un esfuerzo por dejar antiguas las anteriores y vender a toda costa. Camisetas que cada vez reservan más superficie de tela para patrocinadores que estampan publicidad, y que llegan hasta el punto de apropiarse de las mismas competiciones: Liga Adelante, Liga BBVA, Liga Endesa ACB... y a los que sólo les resta bautizar los mismos estadios donde se juega como ya hay numerosos casos en Europa: Allianz Arena, Emirates Stadium, Mercedes Benz Arena...


Y se necesita dinero, más dinero, para pagar fichajes astronómicos y sueldos de lujo, y así comienzan a aparecer las primeras víctimas, clubes pequeños que se ven incapaces de afrontar el pago de las nóminas de sus jugadores y que acaban en quiebra como les sucede actualmente a dos equipos de primera: Rayo Vallecano y Zaragoza.


¿Y como acabará esto cuando la burbuja estalle? Pues como casi siempre. Con llantos y lamentos ante toda la sociedad por los despilfarros cometidos, y al mismo tiempo poniendo la mano para recibir consuelo de las maltrechas arcas públicas, y provocando la indignación de muchos, al ver que ante muchas otras prioridades, mi dinero, el de todos, se dedica a tapar agujeros y pésimas gestiones de presidentes y directivas, que, de una forma u otra, evitarán tener que dar cuentas ante la justicia y el país de tan nefasta gestión financiera.

sábado, 6 de agosto de 2011

Un mundo mejor

Miles de protestantes intentan llegar pacíficamente hasta la Puerta del Sol de Madrid. Lo estoy viendo en las notícias. Un desproporcionado despliegue de fuerzas policiales antidisturbios se emplean con más dureza de lo debido para cortarles el paso, poniendo todo su empeño en que los manifestantes no alcancen la simbólica plaza donde tuvo su origen el movimiento popular 15M. Siento rabia e indignación, y pienso que debería estar ahí, con ellos, defendiendo las libertades, luchando por unos ideales justos y unos cambios necesarios.

- Es lo que están buscando esos, que les acaben pegando, normal, no van a estar dia sí dia también en la calle protestando...

Llega esa conversación hasta mis oídos, y veo a tres jóvenes tomando una cerveza mientras comentan las imágenes que estamos todos mirando.
Por un momento no entiendo nada. Ya sé que no es lógico pensar que todo el mundo pueda tener la misma opinión sobre todas las cosas. Pero aún lo es menos el mundo del revés.

Resulta de lo más paradójico e incomprensible, que a mis cuarenta y pocos años sueñe con un mundo más justo, donde sean los ciudadanos los que decidan su futuro sin estar sometidos al dictamen de políticos corruptos, y lobbys económico-financieros, y unos jóvenes que apenas superan los 25 no sientan lo mismo.

¿Cuál es el ideal de sociedad de mis improvisados compañeros de terraza?¿Cómo creen ellos que deberían ser las cosas, cuando les queda tanto camino por recorrer?

Quizá tantas horas de play3, de botellón y de descargas en su iphone les hayan alejado demasiado de la dura realidad, quizá mi idealismo y la utopía de luchar por un mundo mejor a ellos no les motive en absoluto.

Doy un último sorbo a mi cerveza y me levanto para continuar mi camino... quedan aún demasiadas cosas por hacer.